¿Sabías que los pies tienen alrededor de unas 250.000 glándulas sudoríparas? ¿Y que llevar calcetines o calzado inadecuado puede hacer que los pies aún suden más o huelan mal? Aunque muchas son las causas que pueden provocar el mal olor de pies a parte de esta. Por ejemplo, volver al frenético ritmo de vida al llegar septiembre, puede generar también el aumento de la sudoración. Si quieres conocer cuáles son las causas que pueden provocar esto y actuar para la prevención del mal olor de pies, sigue leyendo.
Los factores más comunes que provocan el mal olor de pies, son:
- Estrés generado del día a día
- Consumo de algunos medicamentos, alcohol o drogas
- Cambios hormonales derivados de la pubertad y la menopausia, o ciertos trastornos metabólicos
- Usar calcetines y zapatos que no permiten la transpiración
- Hiperhidrosis (sudoración excesiva de los pies)
- Falta de higiene
- Mala alimentación con alto contenido en grasas saturadas
No obstante, en cualquiera de los casos, el mal olor de pies se puede prevenir con una rutina diaria apropiada, el uso de algunos desodorantes para pies, calcetines y calzado hechos con materiales transpirables, o incluso con algunos hábitos de higiene que te desvelamos a continuación. Estos productos son fáciles de encontrar en cualquier farmacia, supermercado o tienda. ¡Así que ya no hay excusa para acabar con el mal olor de pies!
Cómo actuar en prevención del mal olor de pies
- Usa un jabón antibacteriano que desinfecte y acabe con las bacterias. Además, un baño exfoliante en los pies puede ser de gran ayuda para eliminar células de la piel muertas y evitar la acumulación de microbios en ella.
- Secar muy bien los pies, y sobretodo… ¡entre los deditos! Utilizar una toalla limpia y seca, un cuidado diario que no podemos dejar pasar. Evitará la proliferación de bacterias y hongos en la piel.
- Aplícate un desodorante para pies mañana o noche. El empleo diario de un producto así te ayudará a ti y a los tuyos a controlar la sudoración y mantenerlos más frescos durante el día, una opción es utilizar un desodorante en polvo, el polvo de talco favorece la absorción de la humedad, regula la transpiración y combate el mal olor. Para conseguir una mayor protección también se puede poner un poquito de este en el calzado. ¡Los pies se mantienen secos las 24 horas!
- Si tienes tiempo, hazte un baño de pies para acabar con las bacterias. Añade dos cucharaditas de bicarbonato de sodio en un recipiente de agua tibia y sumerge tus pies durante unos 15 minutos o media hora. Verás que combate eficazmente el olor de pies. ¡El bicarbonato es popularmente reconocido por acabar con las bacterias y el mal olor! También puedes probar con echar sal marina, o incluso té en el agua. El tiempo de reposo de los pies en el agua es el mismo en todos los casos.
- Cambia de calzado de vez en cuando y no uses el mismo más de dos días seguidos, si notas una sudoración excesiva. De esta forma, conseguirás que ese zapato transpire y no se acumularán las bacterias en él debido a su uso prolongado. Lo ideal sería unos con suela de cuero.
- Corta bien las uñas. A veces estas pueden ser el foco de hongos. Mantenerlas recortadas y limpias es importante para que luzcan sanas.
- Los calcetines adecuados son la clave para absorber la humedad. Te recomendamos optar por tejidos naturales como el algodón que es el más transpirable. Los calcetines sintéticos harán que los pies suden mucho más. Evita el nylon, poliéster, u otros derivados del plástico. Estos materiales no permiten la transpiración ni absorben el sudor.
- El árbol del té es un perfecto antifungicida y antibacteriano. Este lo puedes encontrar en diferentes formatos, como aceites, cremas o sprays. Si optas por un aceite bio, con sólo añadir al agua un par de gotitas y poner los pies en remojo, notarás el resultado. También se puede poner unas gotitas en tu jabón habitual a la hora de lavarlos, este ingrediente vegetal aporta mucho frescor en la piel.
Esperamos que todos nuestros trucos te sirvan para prevenir el olor de pies, pero si aun así no es suficiente, entonces recomendamos visitar a un especialista en podología que con el tratamiento adecuado e intente ver cuál es la causa de ese desagradable mal olor de pies. En este caso el experto puede incluso recomendar al paciente una dieta si fuera debido a una mala alimentación, o detectar si hay un contagio de hongos. Cuando el mal persiste, lo mejor es ponerse en manos de un especialista.
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