Lo piojos de la cabeza o pediculosis son unos diminutos insectos carentes de alas que no vuelan ni saltan pero que corren a gran velocidad y que se contagian con el contacto directo entre personas. Se trata de parásitos que viven y se alimentan de la cabeza del que los acoge. El contagio de piojos es  más común en niños y jóvenes, volviendo locas a muchas madres y padres.

Los piojos de la cabeza se adhieren al cuero cabelludo para alimentarse de la sangre. Los piojos hembras ponen huevos llamados liendres, éstas se encuentran enganchadas al pelo mediante un pegamento natural que las mantiene ahí mientras maduran con el calor y la humedad. Si se desprenden, no se contagian, ya que pierden el pegamento para adherirse de nuevo. Lo que se contagia es siempre el piojo.

Estos molestos parásitos no provocan ninguna enfermedad, pero sí producen picores indeseados y pueden resultar muy desagradables. Es posible que en algún momento de tu vida, tus niños lo padezcan, ya que muchas veces se contagia en el mismo colegio.

No obstante, la higiene no tiene nada que ver. Es más, generalmente estos detestables parásitos se alimentan de las cabezas de cabello más sano. Después del resfriado común, la infestación de piojos es la enfermedad más habitual en la infancia. Así que si cualquier día te llaman del colegio, diciendo que tu pequeño/a tiene piojos, no te alarmes. Eso sí, nosotros hoy te explicamos cómo son las maneras más comunes de contagio y cómo acabar con ellos.


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Formas de contagio de los piojos entre niños

  1.  La manera más común de contagio es mediante contacto directo con otra persona. Los niños tienden a juntar las cabezas al jugar y ahí es cuando pasa un piojo de una cabeza infestada a la otra. Las niñas suelen ser más proclives, ya que suelen tener un mayor contacto al relacionarse entre ellas. Aunque los piojos no entienden de sexo ni edades.
  2.  Otra forma es compartiendo prendas. Con el uso de bufandas, gorros o sombreros de otras personas podemos contraer estos indeseados bichos. El contagio es relativamente fácil.
  3. El uso de peines o coleteros es otra de las maneras más comunes. Se deben de utilizar siempre enseres personales exclusivamente. Nada de prestar cepillos, peines o gomas del pelo a otros niños, ya que el contagio a través de ellos es inevitable.
  4. Dormir en las mismas almohas y sábanas. ¿Cuántas madres han acabado con piojos por dormir con sus niños en la misma cama o simplemente compartir toallas? Cuando un integrante de la familia tiene su cabeza infestada de piojos, es muy fácil que se contagien todos los integrantes de ella. Por ello, es muy importante no compartir prendas, toallas, peines, coleteros, ni almohadas bajo ningún concepto. Y sobre todo, limpiar la ropa a alta temperatura para acabar con los piojos si los hubiera, poner las toallas, sábanas fundas y almohadas a lavar. También desinfectar todos los peines y cepillos para evitar el contagio de toda la familia. Amplía la información con el artículo Eliminar los piojos de la ropa.

En definitiva, estas son las formas de contagio de piojos más usuales. Pero una vez que se da el contagio, ¿cómo acabamos con ellos?

 

¿Cómo acabar con los piojos?

Acabar con ellos es difícil, pero no imposible. Sólo que es una ardua batalla en la que tenemos que ser perseverantes. Estos parásitos pueden sobrevivir hasta 30 días en la cabeza de la persona, y sus huevos, incluso más de 2 semanas. De ahí, la importancia de ser constante y tener paciencia si se quiere acabar con ellos de forma definitiva.

Una vez desinfectada toda la casa y materiales que hayan tenido contacto con la cabeza infectada, ¡vamos con el tratamiento!

Se debe empezar por utilizar la loción con dimeticona que paralizará liendres y piojos que ayudará a extraerlos fácilmente del cabello. Deja actuar 15 minutos.

Una vez pasado ese tiempo puedes lavar esa cabecita con el champú Nosaprotect antipiojos, elaborado con aceite del árbol del té, cubrirá el cabello con una película aislante y ayudará a proteger y prevenir infecciones.

Las propiedades del árbol del té son muy conocidas por ahuyentar eficazmente a estos parásitos. El aroma de este champú, no sólo deja el pelo extra suave y la cabeza fresca, sino que también los mantiene bien lejos.

 

¿Qué hacemos una vez que tenemos el cabello limpio?

Echar mano a un buen spray o loción antipiojos. Los más comunes contienen dimeticona o piretrina.

La dimeticona es una especie de silicona que forma una película en el pelo evitando que los piojos se adhieran a él, y que resbalen al sacarlos.

La piretrina es un potente insecticida natural extraído de las flores.  Ambos son eficaces contra los piojos. Una vez hemos untado el cabello con alguna de estas lociones, debemos separar el cabello en pequeños mechones y peinar uno por uno con la ayuda de una lendrera, para acabar con todos los piojos y liendres. Tras este ritual, recomendamos dejar el cabello secar al aire libre, ya que los piojos aman el calor del secador.

 

Si tras unas semanas continúan, no queda otra que repetir la operación. La batalla contra los piojos muchas veces es dura, pero nunca posible con los productos antipiojos adecuados.

¡Ánimos!